Trabajar desde casa aporta conocidos beneficios tales como la posibilidad de conciliar la vida profesional y la personal, además de aumentar la satisfacción y el orgullo de pertenencia de los empleados hacia la compañía.
Si bien deberíamos utilizar el término de smart working, que sería la evolución del teletrabajo, ya que lo fusiona con las nuevas tecnologías, todavía son muchas las empresas que no han implementado esta modalidad.
Por lo tanto, por el momento sigue siendo necesario hablar de teletrabajo en un contexto en el que muchas empresas se han visto forzadas a desempeñarlo, y el cual puede ser un ensayo general para que en un futuro, cada vez más organizaciones empiecen a considerarlo como una modalidad habitual.
El principal reto de los líderes es encontrar un equilibrio que permita gestionar la productividad del equipo sin caer en el control excesivo de las tareas, algo que perjudicaría a la motivación de los empleados.
Ahora los líderes deben hacer frente al gran reto de gestionar equipos en remoto, creando una cultura y un compromiso a distancia por parte de sus profesionales. Esto es algo que ya sucedía hasta el momento en multinacionales, que trabajan con equipos internacionales, residentes en diferentes países. En cualquier caso, ahora ya es una realidad a la que deben hacer frente las organizaciones.
Una estrategia de teletrabajo bien definida contribuirá al éxito empresarial, el factor clave es mantener una cultura corporativa fuerte a través de líderes que construyan lazos de confianza con sus profesionales.
En el contexto actual, en el cual el teletrabajo se ha visto como una obligación, es importante tener presente que las tecnologías y la comunicación serán los dos aliados clave del liderazgo a distancia, ya que la fusión de ambos permite trabajar de forma coordinada entre todos los miembros del equipo.